- Área: 660 m²
- Año: 2007
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Fotografías:Simón García
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El terreno sobre el que se asienta la casa está situado en el Valles Oriental en una urbanización en el límite entre el paisaje natural humanizado y el “ Parque Natural del Montseny”.
A partir de las preexistencias ambientales y del asoleo se construye una casa mirador al paisaje, bien orientada y protegida de las miradas no deseadas desde la calle.
Desde el acceso, la visión está dominada por un muro de piedra caliza que cierra el patio, la misma planta de la casa protege el jardín posterior de vistas indeseadas, mostrándose como una caja cerrada. Por el contrario, la visión de la casa desde la piscina nos muestra una casa totalmente abierta con una transparencia hasta el fondo del patio interior.
A medida que nos aproximamos a la casa desde, el pavimento se reduce y el césped va ganando terreno hasta que arbustos y césped se convierten en una prolongación del espacio natural, perdiéndose intencionadamente los limites entre la parcela y el campo, además se ha repoblado el jardín con árboles i arbustos típicos de la región mediterránea para romper esta línea entre lo natural y lo humanizado.
La casa se organiza entorno un patio; patio que de espaldas a la calle recoge luz y asoleo, permitiendo situar todas las estancias alrededor del mismo, con un estar-comedor como pieza principal, abierto totalmente al norte (paisaje) y a Sur (sol y luz del patio).
La fachada acristalada del patio actúa como espacio de circulación y conexión del programa de la vivienda, haciendo que la relación entre el exterior y el interior se diluya. El patio es el espacio protagonista de la casa, presente en la vida cotidiana y con la flexibilidad para adaptarse a los diferentes usos, pudiendo abrirlo o cerrarlo según el deseo de comunicarlo con el paisaje exterior o siendo un espacio privado de la vivienda al aire libre.
Para conseguir que desde el exterior esta casa se percibiera como una caja inmaterial y abstracta se revistió la misma de piedra caliza blanca, asimismo el pavimento de la cubierta de la terraza de planta primera es de color blanco.
Los interiores de la casa son austeros, siendo protagonistas en el interior el pavimento continuo de roble natural como homenaje al viejo ejemplar que perdura en el jardín y la luz del patio, que se canaliza hacia el interior de los espacios de la vivienda sin encontrarse obstáculos a su paso.